Miñones,
flautas, galletas, facturas y otros derivados del pan, son algunos
de los alimentos básicos de la canasta familiar, como la carne, las
verduras y los lácteos más afectados por la inflación en los últimos
meses.
La aceleración de la devaluación genera un impacto inmediato sobre
los precios afectando el bolsillo de los argentinos que cambian los
hábitos de consumo y se inclinan por productos similares pero más
económicos que incorporan a la canasta hogareña, al tiempo que otros
quedan relegados.
“Es que a raíz de los fuertes aumentos, cae la venta de pan y crece
la demanda de galletitas, que tienen más calorías, grasas y sodio”,
advierten los nutricionistas.
“Resulta entonces que en la Argentina la contradicción coquetea con
la normalidad. En el llamado granero del mundo, la política económica
local lo convirtió en un bien de lujo”, lamenta la gente que se ve
obligada a acelerar la transformación de sus costumbres alimentarías.
ESTADÍSTICAS OFICIALES
Así lo revelan los informes que llegan a en nuestra mesa de redacción:
“De acuerdo con datos de la Dirección Estadística de la Ciudad de
Buenos Aires, es decir, de cifras oficiales, la harina de trigo común
tuvo un aumento de un 158% en 2013. El kilo de este producto pasó
de valer $ 2,96 promedio en diciembre de2012 a$ 7,64 en diciembre
del año pasado.
En ese mismo camino, el ranking de alzas del año pasado ubica en los
primeros puestos al pan francés tipo flauta, que subió un 64,7% interanual
(un kilo cuesta hoy $ 21,08); el paquete de500 gramosde pan rallado
o rebozador, que pasó de un precio promedio de $5,80 a$ 8,91; la docena
de facturas, que tuvieron un alza de 53,2% (en 2012 salían $ 24, 13
y en 2013 alcanzaron los $ 37), y la bolsa de360 gramosde pan lactal,
con un incremento de un 53,1 por ciento”.
CAE EL CONSUMO DE PAN
“En consecuencia, durante 2013, en promedio, cada hogar argentino
compró 5 kilos menos de pan que el año anterior. Tanto el pan de molde
como el artesanal tuvieron incrementos de precios por encima de la
canasta. Y todos caen desde un menor consumo, reduciendo sus visitas
al punto de venta, con los hogares numerosos como los más perjudicados”,
subrayan apuntando a otras alzas relacionadas con el precio de la
harina de trigo común como insumo: “El paquete de300 gramosde galletitas
de agua (subió un 44,7% en el año), el paquete de cuatro unidades
de pan para hamburguesas (44,02%) y el paquete de500 gramosde fideos
largos secos (38,6%)”, refieren insistiendo en la demanda de galletitas
que “se encarecieron pero no tanto. Las dulces no sanas, las surtidas
y las crackers son las más beneficiadas por la caída de pan”, notifican.
¿PAN O GALLETITAS DE AGUA O DULCES?
“¿Es sano cambiar pan por galletitas?’. Según expertos, en general
no. “La mayoría se hacen con grasa o aceite, que el pan común no tiene.
Eso hace que, si50 gramosde mignon aportan 100 calorías, el mismo
peso en galletitas tenga de200 a500. Además, las galletas pueden tener
más sodio, inconveniente para un tercio de los adultos’, explican
los médicos especialistas en nutrición, que ante esta situación, recomiendan
las ‘light’ en grasas, las de más fibra y menos sodio. “Las menos
calóricas son las ‘crackers’, seguidas por las de agua. Y las dulces
son las que más engordan, en especial las rellenas”, refieren.
AUMENTOS Y COSTOS
Tras la incertidumbre que generan los recientes incrementos del pan,
un producto vital como la verdura, la carne y los lácteos que impactan
en el bolsillo de los consumidores.
NOTICIAS indagó sobre el tema y dialogó con algunos comerciantes.
“El incremento de las harinas se trasladó en distinta medida a varios
productos elaborados con esa materia prima. Así, los más perjudicados
fueron los panaderos. En mayo pasado, la bolsa de harina les salía
alrededor de 100 pesos, luego subió a más de 400 en septiembre y hoy
supera los $250”, difunde una empresa de investigación de mercados,
líder mundial en conocimiento de los hábitos de consumo dentro de
los hogares.
¿Pero qué dicen los panaderos locales? “La baja del consumo la notamos
en todos los panificados, sobre todo en las facturas y las tortas.
Hoy estamos pagando la bolsa de harina de 50 kilos a $260”, revelaron
a nuestra cronista los apuntando al reciente incremento del 20 por
ciento respecto de la semana pasada. “Lamentablemente, la inflación
acelera los costos, entonces es muy probable que continúe aumentando
en los próximos días. Esto repercute negativamente en la venta del
pan, que en estos momentos ofrecemos entre $ 20 y $ 21 el kilo”, informaron.
“Mientras tanto, se nota la diferencia en algunos supermercados que
venden el kilo del vital producto a $16,90”, comentan asimismo los
compradores que se sumaron a la conversación.
“En este contexto, el monto que recaudamos se mantiene estable, pero
observamos que en los últimos meses bajó el consumo porque disminuyó
la cantidad de pan que repartimos al por mayor. Es que a la mayoría
de los vecinos no le alcanza el dinero, por eso, consumen lo justo
y necesario”, relató luego Nicolás, repartidor de una conocida panaderia
local.
LAS QUEJAS DE LOS RURALISTAS
Mientras tanto, el campo continua presentado sus quejas a raíz de
las consecuencias de la intervención del Gobierno en el mercado del
trigo y el fuerte desaliento que ocasiona en la producción.
“En 2012, se registró la menor cosecha en 111 años. La situación es
tan mala que en diciembre pasado, por primera vez en 25 años, la Argentina
no exportó trigo en diciembre, un mes tradicional para el embarque
de este producto. Recién en enero, el Gobierno abrió un cupo de 500.000
toneladas, muy por debajo de las expectativas del sector”, advierten.
POLÉMICA
En esta línea, algunos proveedores molineros de localidades cercanas
informaron a este diario que “en estos momentos en el mostrador, la
bolsa de harina de 50 kilos vale $ 195 más IVA. El impacto se notó
tiempo atrás cuando llegó a costar $ 420, motivo por el cual se convirtió
en un escándalo, cuando el kilo de pan llegó a costar $ 20.
En estos momentos, en algunos comercios supera el precio.
“Sin embargo, al entrar la cosecha bajo el trigo, y obviamente bajo
la harina”, advierten asimismo, otros sectores que despiertan la polémica
cuando preguntan: ¿Entonces, en esas circunstancias, por qué siguió
aumentando el pan...?
VÍA LIBRE
Por su parte, muchos especialistas sostienen que “más allá de los
incrementos, definitivamente, recomendamos el consumo diario de pan.
Hoy se sabe que es un alimento de origen vegetal sin colesterol, y
cuando es integral está lleno de fibras y de nutrientes benéficos
para el cuerpo, además del significado emotivo que tiene cuando aparece
recién horneado en la mesa familiar. Así, su ingesta genera más saciedad
y aporta menos grasas que las galletitas al tiempo que hay una mayor
adherencia por parte del paciente al plan alimentario”.
Fuente: Diario Noticias de Pehuajó
Fecha: Abril 2014
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